miércoles, 15 de septiembre de 2010

DE MODELOS Y PASARELAS

A raíz de las declaraciones del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana con respecto al “Modelo cubano de exportación”, expresadas en el marco de una entrevista realizada por el periodista Jeffrey Goldberg de la revista The Atlantic en la ciudad de la Habana y publicadas el día 8 de septiembre, se ha desatado un gran revuelo entre moros y cristianos. Enturbiando las aguas vecinas se puede pescar mejor anguilas, como diría el dramaturgo griego Aristófanes, conocido por su sátira refinada y perspicaz elocuencia.

Leyendo la versión original del artículo en cuestión, capto a nivel meta comunicativo dos aspectos importantes, que al parecer marcaron la entrevista de Goldberg con Fidel: el primero está relacionado con el factor sorpresa de la invitación, y el segundo, con el carácter familiar y en cierta medida informal del encuentro. Es hasta cierto punto divertida, la forma en que Fidel se relaciona con el entrevistador. La conversación es todo un vacilón. Me parece importante mencionar ésta característica, habida cuenta que tenemos entrevistas clásicas con Fidel previas a la del norteamericano, realizadas por Frei Betto, Tomás Borges Martínez e Ignacio Ramonet, donde la seriedad y profundidad, tanto de las preguntas como las respuestas, se capta en cada frase y en cada párrafo dicho por el entrevistado. La conversación con Jeffrey Goldberg tiene un gusto light e incluso es hasta naif. El periodista no sale de su asombro y todo lo que perciben sus sentidos le sorprende, incluyendo la visita al acuario de delfines en Miramar. Tan confundido estaba el pobre reportero, que no sabía sí preguntar más acerca de los cetáceos o formular algo relativo a la división del átomo y a las bombas nucleares.

¿Qué pescadores sacarían provecho en rio revuelto con la respuesta del Comandante acerca del modelito pasado de moda? Sin duda alguna, los que se encargan de la explotación a escala mundial del caviar. ¿Y cuáles peces caerían en sus redes? Pues obviamente, esturiones!

¿Quién escudriñó a quién?

Después de la aclaración del propio Fidel el día 10 de septiembre, cualquier explicación suplementaria al respecto sería superflua e innecesaria.

Sin embargo, pienso que sí de modelos de exportación se trata, sería interesante mencionar un modelo de exportación, muy famoso y conocido en América Latina y que responde al nombre de “Contrarrevolución”, diseñado, desarrollado y promovido por la Agencia Central de Inteligencia, el Pentágono, el Departamento de Estado y comercializado por las diferentes sucursales nacionales. Menciono aquí, a modo de ejemplo, tres países, en los cuales el producto se vendió con todo éxito y donde los márgenes de mercadeo estaban en relación directamente proporcional a la cantidad de muertos alcanzada. En la Guatemala de Jacobo Arbenz en 1954, año en que el carro de moda era el Impala y el Presidente de los Estados Unidos David Eisenhower, la contrarrevolución derrocó a un gobierno democráticamente electo. En Chile de Salvador Allende en 1973, año en que el auto de moda era el Ford Mustang y el Presidente de los Estados Unidos Richard Nixon, la contrarrevolución derrocó a un gobierno democráticamente electo. En la Nicaragua Sandinista de los ochenta, años en que el coche de moda era el Mazda japonés y el Presidente de los Estados Unidos era Ronald Reagan, la contrarrevolución logró debilitar la revolución sandinista hasta derrotarla en las urnas electorales en febrero de 1990.
La Cuba Socialista ha sido la única revolución triunfante en América Latina que ha resistido todos los embates contrarrevolucionarios organizados y apoyados por los diferentes gobiernos norteamericanos hasta la fecha y Fidel Castro el único político de prestigio internacional que ha enfrentado exitosamente once presidentes norteamericanos.

Cuba se ha transformado pues en una obsesión política para los sectores más conservadores de la clase dominante estadounidense. La existencia de Cuba Socialista les provoca un escozor histórico, así que no nos sorprende toda la alharaca colectiva desatada en torno al “fracaso del modelo de exportación cubano”.

El problema de los enemigos de la revolución y en especial, la cubana, radica en el hecho en que entienden el devenir de la historia y el desarrollo de las sociedades del mundo como un desfile gigantesco de moda, donde los modelos se pasean en la pasarela, mostrando sus elegantes disfraces y donde el animador con voz andrógina anuncia el siguiente traje de moda: “ aquí vemos a Joaquín, luciendo un traje verde olivo, que hace juego con el AK-57 Kalaschnikow de fabricación soviética y las botas negras de campaña, luciendo su boina calada al estilo del Che, impermeable y a prueba de balas, fácil de lavar, apropiado para guerra de guerrillas en el campo y la ciudad. Diseñado para combatir tiranos y otro tipo de alimañas. Calidad garantizada. Si el producto no le gusta o los resultados no son los que esperaba, le devolvemos su dinero.”

Estos modelos no funcionan en ninguna parte del mundo ni las revoluciones son un prét á porter...


Roberto Herrera 13.09.2010

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