lunes, 3 de enero de 2011

¿QUÉ PASÓ CON EL LABORATORIO CHILENO DEL NEOLIBERALISMO?

Hace algún tiempo un concertacionista, cuya frecuencia modulada estaría ubicada en el dial ideológico entre el alemán Carlos Marx, bastante descafeinado y el italiano Norberto Bobbio, muy distante de cualquier radicalidad política, sostenía, sin ocultar un deje de orgullo, que el modelo económico chileno, además de ser objeto de estudio obligatorio para políticos y economistas pertenecientes a la casta de la real politik, era un modelo económico a copiar por los países en vías de desarrollo. Debo aclarar de antemano, que mi interlocutor rechazó categóricamente el calificativo de neoliberalismo. No me detuve a indagar sus razones ni a refutar sus endebles argumentos. Estupefacto y anonadado, opté mejor por no adentrarme en teóricas honduras y evitar precipicios emocionales, que pusieran en peligro una añeja relación de amistad. Decidí entonces, en mis adentros, no mencionar a un tal señor Milton Friedman y por el contrario, referirme sólo tangencialmente al Barón Keynes y a los Chicago Bulls, confiando en que las alegorías pudieran minar su subconsciente y por simple asociación de ideas, terminara bautizando con el verdadero patronímico al engendro nacido del concubinato entre la dictadura militar pinochetista, el imperialismo norteamericano y sus aliados europeos, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la madre que parió al famoso milagro económico chileno.

Pensé por un instante que mi amigo se negaba a aceptar el término neoliberalismo, debido a las discrepancias entre los ecónomos chilenos de la escuela de Chicago y el premio nobel de las ciencias económicas 1976, en relación a la aplicación práctica de las medidas macroeconómicas y el papel del Estado, es decir, la dictadura militar. Según la teoría de Friedman el papel del estado a nivel económico estaría limitado a controlar la formación de monopolios, cuya existencia genera irremediablemente un desequilibrio en las relaciones de mercado, y en la promulgación de bajos impuestos y aranceles aduaneros. Un estado que no garantice la igualdad de oportunidades, la seguridad individual con todas las garantías de la ley y el respeto a los derechos civiles jurídicos de la sociedad, está fuera de lugar en la teoría económica de Friedman. Sin embargo, la dictadura militar de Pinochet lo que hizo fue garantizar el mercado libre a costa de la represión y la suspensión de los derechos civiles del pueblo chileno, privatizar indiscriminadamente las empresas estatales, mineras, industriales, pesqueras y agropecuarias; la venta de grandes extensiones de tierra a grandes terratenientes, nacionales y extranjeros. Obra satánica que le mereció el reconocimiento y una lluvia de alabanzas por parte de los tecnócratas economistas. Con este modelo de desarrollo económico, Chile logró por fin, formar parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Huelga decir la creme de la creme del capitalismo desarrollado. Convirtiéndose en el primer país suramericano en alcanzar tan alto escalafón.

Como bien es sabido, desde enero del 2010 el presente y el futuro de Chile, está siendo conducido por los verdaderos dueños de la Patria, es decir, la alta burguesía chilena. Según los informes recibidos, mi amigo, el otrora defensor del modelo económico chileno, ha reanudado sus andanzas de antaño por las grandes alamedas de Salvador Allende, protestando (y con mucha razón) por esto y por lo otro. También me he enterado que el sistema económico tiene hoy en día muchas falencias y es socialmente injusto. En fin, si algo positivo ha tenido el ascenso del señor Piñera a la presidencia del país, a pesar que “maneja la política y sus negocios al límite de la ética y de la ley”, según ha revelado wikileaks, es el hecho que ahora la izquierda moderada concertacionista, está despertando del sueño embrutecedor a que los sometieron, haciéndoles creer que tenían las riendas del poder y la sartén por el mango.

Tengo solamente dos preguntas que hacerle a mi amigo la próxima vez que lo encuentre: ¿Cómo se llama ahora el modelo económico chileno? ¿Sigue siendo un modelo a copiar?

1 comentario:

  1. Nunca se puede copiar un modelo basado en el expolio de las riquezas nacionales y el aplastamiento de las libertades y derechos civiles. Ya le pueden poner el nombre que quieran que seguirá siendo un crimen.
    Un saludo.

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