sábado, 14 de mayo de 2011

¿El toro de Libia estocado? ¿El final de The Lybian revolution?

“…Es cierto, hay que reconocer que el toro está tocado, pero, ¿tendrá la OTAN testosterona y las agallas suficientes para propinarle la estocada final…?”, con esta pregunta concluí el artículo “El toro de Libia reloaded ” publicado en Rebelión, el 26.03.2011, que era al mismo tiempo la continuación de “El toro de Libia acorralado ”, publicado en el mismo sitio web, el 02.03.2011. Por lo visto, los bombardeos “inteligentes” con los aviones depredadores y los ataques aéreos con naves convencionales no han sido suficientes para resolver el asunto libio. Aunque los responsables militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte niegan con vehemencia que existan planes para eliminar físicamente a Muammar Abu Minyar al-Gaddafi, el preciso y calculado bombardeo a la residencia del hijo menor de Gadafi, Saif al Arab Gadafi, de 29 años, en el cual mataron al hijo de Gadafi y a tres de sus nietos y del cual el líder libio habría sobrevivido milagrosamente, según declaró el portavoz del gobierno en Trípoli, deja al desnudo las intenciones punitivas de la OTAN.

Las agencias noticiosas han estado especulando en los últimos días acerca de la ausencia pública de Gadafi. Supuestamente, el coronel estaría herido y recuperándose o muriendo en algún lugar secreto fuera de Trípolis. Incluso hay quienes lo ubican en el extranjero. Estas bombas de humo desinformativas tienen el objetivo de confundir y minar el espíritu combativo de la población civil y militar que apoyan al coronel Gadafi y por otra parte, motivar a las fuerzas rebeldes a seguir combatiendo. Por su parte, Gadafi en un corto comunicado grabado previamente y difundido por la televisión gubernamental, desmintió las informaciones mediáticas relacionadas con la supuesta lesión de guerra, afirmando retóricamente que se encontraba en un lugar seguro, en el que nada le podía ocurrir, es decir, en el corazón de su gente.

Ahora bien, la opinión pública continuará de todas maneras en ascuas, pues a decir verdad, nadie puede confirmar fehacientemente lo uno ni negar lo otro. Pero lo que si es cierto y no cabe la menor duda de ello, es que, sí Gadafi no contara con el apoyo de amplios sectores de la ciudadanía libia y no tuviera capacidad combativa, los bombardeos de la OTAN ya hubieran hecho mella en la psiquis de la población civil y militar que defiende la revolución, a estas alturas de las hostilidades un gobierno provisional revolucionario ya estaría dirigiendo el destino incierto de los libios. En todo caso, poniendo nuevamente los pies en las arenas de Libia, difícil es imaginarse el futuro de Libia con Gadafi al frente de la revolución, como también no resulta nada fácil pronosticar el devenir libio después de la era Gadafi. Este es el gran problema que tiene el imperialismo norteamericano. Ellos tampoco saben a ciencia cierta quienes están realmente detrás de los rebeldes de Bengazi.

En vista y considerando que el imperialismo norteamericano y sus aliados cuentan con la tecnología y recursos suficientes como para autodesignarse nuevamente el rol de gendarme mundial, es preocupante el hecho que en aquellos países latinoamericanos, como Venezuela, en el que está en marcha un proceso social revolucionario, el papel de una persona sea decisivo y determinante. Hugo Chávez Frías es fuerza de empuje y al mismo tiempo, es el talón de Aquiles de la revolución bolivariana. ¿Estaría dispuesto el pueblo venezolano a asumir hasta las últimas consecuencias la consigna de socialismo o muerte, en caso de una agresión militar imperialista? ¿Qué sería de la revolución bolivariana de Venezuela sin el cristiano confeso Hugo Chávez Frías?

Después del ajusticiamiento de Osama Bin Laden, en donde se aplicó la ley del Talión, no sería nada extraño que a Gadafi también lo buscaran para darle fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente, así como está escrito en el libro sagrado de los que profesan la fe cristiana. Para mayores detalles léase levítico 24, versículo 19. Y, mucho guillo Hugo, la ley del Talión, según el tío San Samuel, rige tanto para moros como para cristianos.

¿Estará realmente estocado el toro de Libia? ¿Estaremos en la víspera del final de The Lybian revolution?

Roberto Herrera 14.05.2011

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